Una reciente RS (42) estudió la prevalencia de síntomas en pacientes oncológicos y no oncológicos (tabla 3).
Tabla 3. Prevalencia de síntomas según tipo de paciente en cuidados paliativos (modificado de 42)
Síntomas* | Cáncer | SIDA | Insuficiencia cardíaca | EPOC | Enfermedad renal |
---|---|---|---|---|---|
Dolor | 35%-96% N = 10.379 |
63%-80% N = 942 |
41%-77% N = 882 |
34%-77% N = 372 |
47%-50%
N= 370 |
Depresión | 3%-77% N = 4.378 |
10%-82% N = 616 |
9%-36% N = 80 |
37%-71% N = 150 |
5%-60% N = 956 |
Ansiedad | 13%-79% N = 3.274 |
8%-34% N = 346 |
49% N = 80 |
51%-75% N = 1.008 |
39%-70% N = 72 |
Confusión | 6%-93% N = 9.154 |
30%-65% N = ? |
18%-32% N = 343 |
18%-33% N = 309 |
– |
Astenia | 32%-90% N = 2.888 |
54%-85% N = 1.435 |
69%-82% N = 409 |
68%-80% N = 285 |
73%-87% N = 116 |
Disnea | 10%-70% N = 10.029 |
11%-62% N = 504 |
60%-88% N = 948 |
90%-95% N = 372 |
11%-62% N = 334 |
Insomnio | 9%-69% N = 5.606 |
74% N = 504 |
36%-48% N = 146 |
55%-65% N = 150 |
31%-71% N = 351 |
Naúseas | 6%-68% N = 9.140 |
43%-49% N = 689 |
17%-48% N = 146 |
– |
30%-43% N = 362 |
Estreñimiento | 23%-65% N = 7.602 |
34%-35% N = 689 |
38%-42% N = 80 |
27%-44% N= 150 |
29%-70% N= 483 |
Diarrea | 3%-29% N = 3.392 |
30%-90% N = 504 |
12% N = 80 |
– |
21% N= 19 |
Anorexia |
30%-92% N = 9.113 |
51% N = 504 |
21%-41% N = 146 |
35%-67% N = 150 |
25%-64% N = 395 |
*Porcentaje y número total de pacientes evaluados por cada síntoma.
La evaluación de los síntomas tiene que realizarse de una forma global en el contexto donde se realiza la atención y teniendo en cuenta sus repercusiones en la persona y su familia. La valoración de la importancia de los síntomas puede no coincidir entre la persona que los sufre y los profesionales que le atienden (43). La búsqueda intencionada de síntomas a través de preguntas dirigidas sobre lo que preocupa o molesta al paciente puede favorecer una mejor valoración. Es necesario que la valoración sea multidisciplinar.
Los síntomas son cambiantes en el tiempo, lo que determina que la evaluación y revaluación constante del paciente y su entorno sea una necesidad y una característica esencial de los CP. En la figura 4 se resume la atención a los síntomas.
Figura 4. Algoritmo de tratamiento de síntomas
Los principios de un control efectivo de síntomas incluyen (44):
En el anexo 4 se recogen los fármacos más utilizados en CP (vademécum) y, en el anexo 5, los fármacos utilizados por vía SC y en infusión SC.
El uso de escalas validadas puede ser una estrategia útil para estandarizar la evaluación de síntomas y monitorizar la respuesta de la atención paliativa de una forma objetiva.
Las escalas MSAS, Rotterdam Symptom Checklist, Worthing Chemotherapy Questionnaire, Oncology Treatment Toxicity Scale y Computerized Symptom Assessment Instrument son apropiadas para la valoración inicial y seguimiento.
Las de MDASI; ESAS (Edmonton), SDS CAMPAS-R y Condensed MSAS son apropiadas para el seguimiento (45; 46).
La valoración de los síntomas por parte de los allegados es importante en pacientes incapaces, pero la fiabilidad disminuye, especialmente cuando se trata de síntomas psicosociales. No existe ninguna evaluación del impacto en la práctica clínica del uso de estas escalas (ver anexo 2).
D | La valoración de los síntomas del paciente en FFV debe ser multidisciplinar, individualizada, adaptada al enfermo y su familia y continuada en el tiempo. |
D | En el caso de que se opte por el uso de escalas de valoración de síntomas, se recomienda el uso de instrumentos validados. En nuestro medio puede utilizarse la escala ESAS. La escala Rotterdam Symptom Checklist (validada en lengua española) puede ser utilizada en el contexto de la investigación o en estudios sobre evaluación del impacto de los CP. |
D | Los principios de un control efectivo de síntomas incluyen una valoración individualizada y, si fuera posible, el tratamiento de la etiología o mecanismo subyacente a cada síntoma; una evaluación de los tratamientos farmacológicos y no farmacológicos disponibles; la elección de la pauta de tratamiento más sencilla, efectiva y cómoda; la información al enfermo y a su familia, y la consideración de sus preferencias. |
D | La vía de administración preferente debe ser la vía oral. Cuando la vía oral no es posible, se recomienda utilizar la vía subcutánea. En algunos casos (fentanilo y buprenorfina) puede utilizarse la vía transdérmica. |
Última actualización: 27 de noviembre de 2008